Jamón de pavo: ¿qué pasaría si las etiquetas nutrimentales no reflejan verdaderamente su contenido?
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Resumen
Según G. Martín Peña (2002), las dificultades para realizar una dieta correcta y los problemas nutricionales son una complicación habitual de los pacientes con cáncer. A las alteraciones generales inducidas por los tumores se suman los efectos la cirugía, quimioterapia y radioterapia que, en muchas ocasiones, dificultan o impiden la alimentación oral del paciente. Por ello, la valoración sistemática del estado nutricional y el control periódico del peso y de la ingesta diaria deberían ser una práctica regular en todos los pacientes con cáncer. Los problemas más frecuentes que requieren modificaciones en la dieta son producidos por la anorexia o los efectos secundarios del tratamiento como las náuseas, vómitos, diarrea o mucositis. Caso clínico Varón de 71 años, sin alergias médicas, ex fumador con antecedentes de hipertensión arterial, artrosis y neo de colon desde hace seis años (PT2 PN M0), intervenido en la misma fecha de colectomía subtotal laparoscópica. En el momento del estudio, el paciente presenta adenocarcinoma de pulmón T1 a N2 M0 en tratamiento con quimioterapia de inducción. El paciente acude a consulta por mucositis, anorexia, pérdida súbita de peso, además, de un mal sabor de boca y dolor al ingerir alimentos y bebidas, lo cual aumenta la anorexia. Su diagnóstico principal y nutricional fue: Adenocarcinoma de pulmón T1 a N2 M0 estadio IIIa y, según resultados de test para la detección de malnutrición en adultos (MUST), el paciente presenta un riesgo muy alto de malnutrición. Para el tratamiento recomendado por oncología, se ordena quimioterapia de inducción previa a cirugía, además, se implementa dieta para combatir la anorexia y la mucositis. Dentro de éste régimen alimenticio, se añaden suplementos hipercalóricos e hiperproteícos de volumen reducido, así como alimentos con alta densidad energética como lo son: sopas y purés con queso acompañadas con huevos duros, jamón, tortillas, verduras con sofrito de jamón y mayonesa o pastas con aderezos varios. Se pide absoluto control en la ingesta de carbohidratos y lípidos (principalmente en postoperatorio) así como el sustituir las carnes rojas por jamón, pollo, pavo con contenido proteico elevado. Sabiendo que, el paciente requiere tener bajo control la ingesta de carbohidratos, lípidos y un aporte de calidad de proteínas, ¿qué pasaría si las etiquetas nutrimentales no reflejan verdaderamente el contenido de un jamón?