Magnetismo como energía viable en el transporte
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Resumen
El magnetismo es un fenómeno físico por el que los objetos ejercen fuerzas de atracción o repulsión entre sí. Dichos objetos son conocidos como imanes y generan un campo magnético que es más intenso en dos zonas opuestas a las que llamamos polos. El polo norte de un imán se orienta hacia el norte geográfico, mientras que el polo sur lo hace hacia su respectivo y gracias a esta propiedad es cómo funcionan las brújulas. La orientación de los imanes se produce como consecuencia de las fuerzas magnéticas de atracción y repulsión entre polos opuestos u homólogos. Se conoce como “levitación magnética” al fenómeno por el cual un material dado puede suspenderse gracias a la repulsión entre polos iguales de dos imanes. Este fenómeno ha sido aprovechado en el desarrollo tecnológico de los últimos tiempos, creando medios de transporte que funciona por levitación magnética, un claro ejemplo de ello, es el sistema de trenes Maglev (Magnetic levitation), que funcionan por la fuerza de repulsión ejercida entre dos materiales superconductores, haciendo que el tren se suspenda en el aire, suministrando fuerza para que el tren empiece a moverse y contrarrestar el empuje del aire. Debido a lo anterior, el sistema Maglev, es considerado económico, ecológico y veloz, ya que la fricción evitada, impide el libramiento de las partes del tren y así mismo su deterioro; la fuerza de propulsión es mínima y usa en mayor parte energía eléctrica, lo que ahorra uso de combustibles. Al igual que cualquier tipo de vehículo, el desarrollo de los trenes maglev está basado en 3 variables a considerar en este tipo de vehículos: principio de levitación magnética, estabilización magnética y propulsión.